Manifiesto ante las elecciones municipales y autonómicas 2003
Todo comienza en mística
y acaba en política (Peguy)
Hoy... todo comienza en política
y acaba en economía
Como ciudadanos, de nuevo, somos convocados a las urnas en las próximas Elecciones Autonómicas y Municipales. Nuestro pronunciamiento habrá de ceñirse a tres opciones:
- Votar a una candidatura.
- Votar en blanco.
- Abstenerse.
Para ayudar a que nuestro voto sea fruto de la reflexión y del análisis crítico de la realidad, queremos poner en común, con quien quiera leerlas, algunas consideraciones.
La política municipal y autonómica es la política más cercana al ciudadano de a pie, y por tanto tiene que responder a las necesidades más básicas de todas las personas que viven en la comunidad, los municipios y los barrios.
REFLEXIONAMOS...
- El precio de la vivienda en España en el 2002 subió de media un 14,7%, no sólo fue el más alto de la OCDE sino que fue casi 6 veces superior a la media de los países desarrollados. Esto conlleva un enorme endeudamiento familiar y la aceptación de cualquier tipo de condiciones laborales, de modo que el acceso a la vivienda acaba convirtiéndose en un instrumento de control social.
- En educación se produce una reducción de la inversión pública, lo que influye directamente en el deterioro de los centros públicos, ya que no ofrecen los recursos que necesitan para dar respuesta a sus necesidades educativas.
- En sanidad, se está produciendo una progresiva privatización de ciertos servicios de los hospitales, para "ahorrar" dinero público, pero a la vez se están transfiriendo grandes cantidades de dinero a la sanidad privada, con la reducción, especialmente para los más desfavorecidos, del derecho a la salud.
- En cuanto al empleo, la precariedad es la norma básica que sufre la gran mayoría de los trabajadores, afectando de modo especial a los trabajadores inmigrantes (jornadas de 10-12 horas, contratos por días sin ningún derecho adquirido, sueldos de miseria,...)
- Las políticas de solidaridad efectiva con los países empobrecidos se dice que corresponden al Estado y así se han hecho ya crónicas unas relaciones internacionales injustas a las que no son ajenas los conflictos armados.
Actualmente no existen cauces de participación ciudadana que permitan el seguimiento de las políticas municipales y autonómicas, el cumplimiento de los programas electorales, y su adecuación a las necesidades reales de las ciudadanas y ciudadanos.
... Y NOS PREGUNTAMOS
- ¿Qué medidas proponen para un abaratamiento real de la vivienda?. ¿Cómo van a combatir la especulación del suelo? ¿Que se va a hacer con los casi 3 millones de viviendas desocupadas que hay en España?
- ¿Cómo van a aumentar la inversión en los centros educativos y sanitarios para atender con mayor "calidad" el derecho básico a la educación y sanidad de todas las personas?. ¿Cómo se va a controlar la gestión tanto de los centros públicos como privados para que sirvan al bien común?.
- ¿Qué sueldos y privilegios están dispuestos a aceptar para sí, en caso de resultar elegidos?. Alguien que va a servir a la ciudadanía, que pretenda defender los derechos de todos, debe vivir al menos como vive la mayoría y no por encima.
- ¿Qué propuestas se hacen para aumentar la participación de los ciudadanos en la planificación y gestión de las políticas municipales y autonómicas?. ¿Cómo se van a situar ante las situaciones de injusticia que padecen países enteros y ante los que vivimos como privilegiados?
DEBEMOS TRABAJAR
- Para que la política esté al servicio del pueblo, evitando así que se genere más marginación y pobreza.
- Por afirmar la Sociedad frente al Estado. Las políticas deben estar al servicio del bien común. Deben crearse cauces de participación ciudadana para que podamos ejercer realmente la democracia, no relegándola al ejercicio cuatrienal de las urnas.
- Cuando la competitividad se ha adueñado de las relaciones económicas y laborales es necesario, más que nunca, recordar que sin justicia social no hay democracia.
- Para que el quehacer político municipal y autonómico no se agote en la consecución del propio bienestar sino que se abra a la construcción de caminos de solidaridad efectiva con los más empobrecidos de nuestro mundo.