Por los calores del estío nos sorprendieron con el asunto de la Isla Perejil. Allí, sobre la roca pelada se habían plantado "soldados enemigos" invadiendo "no se sabe qué". Y digo "no se sabe qué" porque nadie desde el gobierno español ha dicho nunca que fuera "territorio patrio". Decían algo así como "volver a la situación anterior a la invasión"; bueno, no decían ni siquiera invasión, daban la fecha del asentamiento marroquí, de la que ya no me acuerdo. A estas alturas sigo sin saber, porque no he oído ni leído a nadie explicar, cuál era la dichosa "situación anterior". No sé si Perejil es española, si es marroquí o si prefieren que no sea para nadie para no pelearse, y creo que ésta es la tan nombrada "situación": una isla de nadie, pero muy próxima a Marruecos. Los marroquíes ya deben estarse acostumbrando a esta coyuntura, porque sus fronteras son un cúmulo de problemas. Mantuvieron una guerra por problemas de fronteras con Argelia y ahora los prestigiosos mapas de carreteras "Michelin" no indican cuál es la de estos dos países; con el Sahara Occidental está en juego su frontera sur y por el norte incordiamos los españoles con dos ciudades bastiones y dos rocas (y con ello no pongo en duda la "españolidad" de Ceuta y Melilla, que eran asentamientos dependientes de Málaga antes de la invasión musulmana, pero sí su significación geopolítica actual, al igual que el Peñón de Gibraltar). Volviendo al caso, con unos meses de reflexión han ido apareciendo algunas noticias de guardias civiles expedientados por haberse metido en la isla que nos ocupa en persecución de algún contrabandista.

Ese parece ser uno de los meollos del asunto, en que la isla es una base de contrabandistas, que es la excusa que dieron los de Marruecos para asentarse. Afirmaban que era para controlar a los contrabandistas de drogas, pero a tenor de los rumores de una presunta implicación de la familia real marroquí en el negocio, el control puede entenderse de muchas formas. Y uno no puede menos que recordar las esperanzas que se pusieron en el actual monarca de Marruecos cuando murió su padre; no sé si más bien por justificar y apoyar su amistad tradicional con la familia real española, muy bien representada en el evento. Ahora parece que es todo lo contrario y las noticias de los despilfarros y correrías del joven rey corren por el papel impreso. Como si las casas reales estuvieran exentas de tales rumores, solo que sobre algunas parece haber un pacto de silencio periodístico.

Pero a lo que íbamos, me sorprendió a mí el asunto de la "invasión" de Perejil, no por extraña, yo conocía que teníamos unas "islillas" por ahí que se llamaban Chafarinas pero ningún otro nombre de "roca marina", sino porque no hacía ni dos meses una revista había indicado que la monarquía alhauí estaba preparando un "conflicto de baja intensidad" con España. El motivo del análisis era alguno de los altercados periódicos con Marruecos (revisen la historia reciente y verán qué frecuentes son; ¡ni que el estrecho se cruzara más fácilmente que los Pirineos!) y el periodista, por lo visto muy bien informado, dejó caer la cuestión.

Otro artículo de la misma revista, ya en plena "crisis de Perejil" desveló los motivos para la confrontación que en el primero no indicaban. Está el "asuntillo" del Sahara Occidental pendiente de su resolución por la ONU; pero la revancha de la "marcha verde" no sé si sería suficiente aliciente para España, por mucho gobierno de derechas que tengamos para meterse en líos. Lo que sí animaría a cualquier gobierno a meterse en líos, y si no que se lo pregunten a los Bush, es el asuntillo del petróleo. Han oído bien, palabra mágica la del petróleo, que revoluciona todo lo que toca. Pues eso, que cuando estábamos por el Sahara los españoles, lo más que parecía que interesaba eran los fosfatos, y no mucho a tenor de la forma de irnos. Pero ahora resulta que hay petróleo en la plataforma continental (esa zona bajo el mar en que éste aún no ha terminado de convertirse realmente en un fondo marino y es relativamente poco profunda) del Sahara. Curioso que casi nadie hablase de ello; sólo sabiéndolo de antemano se podían entresacar algunas referencias en noticias breves de los periódicos habituales o en finales de artículos, creo que porque suponen que nadie llega allí.

Pues eso, que ya no es una mera cuestión de que si a los saharauis se les concede el derecho de autodeterminación o no, sino de quién va a sacar tajada del petróleo. Ah, al hilo de esto, como sigan descubriendo más zonas petrolíferas vamos a tener que posponer de nuevo la caída del capitalismo para otra década, al menos por falta de crudo. Los marroquíes, por su parte, ya están vendiendo el petróleo, que legalmente no es suyo, al "amigo" americano, que, a cambio, les pone un mediador en la ONU para el conflicto del Sahara con gran conocimiento del mercado petrolífero y con intereses en varias compañías y que entiende, cómo no, que ya no es necesario el referéndum que aprobó la ONU en un principio. ¡Como lo va a ser, si de ese referéndum dependen sus negocios "negros"!. "Negros" por el petróleo y "negros" porque mientras un territorio está bajo la tutela de la ONU, no puede ser objeto de acuerdos comerciales por los litigantes... pero de la democracia y justicia de la ONU ya hemos hablado y hablaremos... aunque no me resisto a mencionar la reciente creación del "Tribunal Penal Internacional-menos-Estados-Unidos".

Por nuestra parte, nuestro gobierno no se ha quedado cruzado de brazos. Intenta quitar la apetecida y ya saboreada tajada de boca de Mohamed VI moviéndose por los entresijos de la ONU, y el reciente nombramiento de España como miembro "no permanente" ("no permanente", no nos hagamos ilusiones) del Consejo de Seguridad pueda estar en la raíz de las provocaciones de Marruecos (¡¡no nos votaron 3 países, me gustaría saber quienes fueron los otros dos que se hicieron eco de las mentiras marroquíes sobre el imperialismo español!!). En este frente el problema se puede resolver hacia quien le pueda hacer la mejor oferta al "amigo americano" ya que se trata de un asunto entre "amigos" comunes.

No obstante, no acaban aquí las tareas de nuestro gobierno. ¿Se acuerdan de la protección que daba a nuestros barcos cuando los conflictos por entrar a pescar en supuestas aguas de Marruecos?. Pues eso... que ninguna, porque los armadores acababan siempre pagando para liberar los barcos, que era la solución más rentable. Pero ahora ha cambiado; España ha declarado división de aguas territoriales, reclamando las que pertenecen a Canarias. ¿Por qué? Porque abrigamos la cálida y suculenta esperanza de que la bolsa de petróleo de la plataforma continental llegue hasta el borde, hasta la frontera de las aguas territoriales de nuestras "Islas Afortunadas". Esto a Marruecos no le ha sentado nada bien. Pero el gobierno español no se para, de hecho ya ha dado la concesión a Repsol para prospecciones en aguas canarias. Si hay suerte y pinchamos la bolsa, a extraer, que si no se resuelve el conflicto del Sahara, para cuando quieran extraer petróleo marroquíes o saharauis sólo les quedará el fondo que no hayamos podido alcanzar. Supongo que esto es lo que llaman "política de estado".

Esperemos que no haya demasiado petróleo como para que sea "rentable" sacrificar vidas humanas. De momento puede que "nos" conformemos unos y otros con sacrificar "vidas de tercera" en patera.